Corazón frío y oscuro, que ni ama ni teme, ni llora ni ríe. Eras movido por su cálido aliento, sus sonrojadas mejillas y su aroma a primavera.
Pero una noche se esfumó, como las migas de pan que tras alimentar a las hambrientas palomas viajan al olvido.
Las flores que poblaban los prados perecieron, y vistes de negro desde entonces, rememorando la magia con la que logró rescatarte de la miseria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario